Resulta muy fácil y tentador usar medicamentos contra los problemas de conducta ante los que nos encontramos, ya se trate de humanos u otros animales. ¿Realmente funcionan? ¿Merecen la pena usarlos? ¿Qué alternativas tenemos?
Gracias al avance de las tecnologías y las nuevas investigaciones científicas los profesionales en el ámbito de la modificación de conducta y del comportamiento como psicólogos, pediatras, etólogos... les resulta mucho más sencillo recomendar medicación contra los problemas a los que acudimos a su consulta.
Nos resulta reconfortante saber que tienen una base científica y que eliminaran el problema sin esfuerzos o aumentarán la rapidez de la terapia.
¿Realmente eliminan el problema?
Aparentemente nos harán sentirnos mejor y eliminaran los sintomas NO el problema. Imaginemos una persona que sufre de insomio y acude a su medico con la esperanza de erradicar este problema. El médico hará algunas pruebas, preguntas y nos recetará un medicamento. Nos lo tomamos cada noche y vemos que realmente dormimos bien, el síntoma ha sido resulto pero ¿el problema? Seguramente ese trastorno del sueño venga determinado por algún problema que debería ser tratado y aunque el médico nos ha dado unos consejos generales para reducirlo lo que ha sucedido es que el medicamento solo ha actuado de parche. Tras esa conducta podamos sacar un hilo de conflictos internos que se verán reflejados en otra consulta al médico.
Pongamos otro ejemplo como el de Zape, un pequeño gato asustado por un reciente abandono y que llega a la clínica para una operación. Los veterinarios recetan ansiolíticos y calmantes con el fin de que el animal supere sus traumas. Sin embargo, el problema sigue actuando pues los ansiolíticos no han trabajado la emoción de fondo, es decir, el miedo y el estrés. Se han limitado a poner un parche que en cualquier momento se puede romper.
¿Existen alternativas a los medicamentos?
Fuera de occidente han tenido gran importancia terapias alternativas o holísticas. Aunque por fortuna cada vez hay más profesionales que se decantan por estas técnicas sigue existiendo un rechazo por las terapias naturales.
No obstante, los científicos están empezando a interesarse por estos métodos y ha demostrar sus múltiples beneficios.
Encontramos terapias naturales holisticas como la acupuntura, el reiki, la kinesología, flores de bach... Cada una se adaptará más a cada caso. Elige con la que te sientas más agusto e informáte.
Podemos vivir sin químicos.
