¿Quién nunca ha oído la frase de “Si no bebes leche no vas a crecer”? Desde pequeños nos enseñan que la leche, principalmente de vaca, es necesaria para tener unos huesos sanos y fuertes por su aporte en calcio, sin embargo, se trata de una leyenda urbana.
Durante los primeros meses de vida tomamos leche materna como cualquier otro mamífero. Esta etapa llamada lactancia es fundamental para la formación del sistema inmune pero una vez que se produce el destete no la necesitamos y nuestro organismo deja de producir la enzima encargada de la digestión de los lácteos aunque nosotros, en contra de nuestra naturaleza, seguimos tomando productos lácteos a pesar de ser dañinos para nuestra salud.
La leche de vaca (o la de cualquier otro animal) no está formulada para las necesidades de un humano si no para el crecimiento de un animal que de adulto pesará el doble que nosotros. Tiene un alto contenido de grasas necesitarías para el desarrollo del ternero. Al calentarla pierde todo el calcio… ¿sabías que antes de llegar a tu vaso ha podido ser recalentada hasta 25 veces?
Existen estudios que demuestran que las personas que no beben productos lácteos de origen animal tienen menos riesgo de padecer osteoporosis que los consumidores, de hecho, en los países de Occidente donde más se consume leche (como en Estados Unidos) hay mayor número de la población con osteoporosis.
Otros efectos dañinos de la leche son que ayuda a la formación de flemas y otros problemas respiratorios.
Pero si es tan perjudicial, ¿por qué la siguen produciendo? Se trata de intereses comerciales, de la misma forma que no han prohibido el tabaco o el alcohol. Mientras la población siga pensando que la leche es buenísima para el crecimiento, seguirán comprándola.
Ética
Las madres no producirían leche si no hay ningún cachorro a quien alimentar por lo que son obligadas a reproducirse por inseminación artificial y son separadas de sus hijos al poco de nacer. Si es macho su destino será el plato y si es hembra seguirá el camino de su madre.
Para que la producción de leche siga son ordeñadas como máquinas que le estimulan la agregación de la leche y que a la larga lo único que consiguen son problemas en las mamas como infecciones u otras enfermedades.
¡Alternativas éticas y saludables!
Hay muchas opciones éticas y saludables ante la leche de origen animal. En el mercado puedes encontrar multitud de leches vegetales como la de soja, quinoa, arroz, avena… Todas te aportarán un alto contenido en calcio. También hay otras comidas llenas de calcio como las acelgas o las espinacas (las verduras de hoja verde)
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