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viernes, 31 de mayo de 2013

Claves para mejorar la llamada

Que un perro acuda a la llamada es uno de los ejercicios más básicos, imprescindibles y a la vez es con el que más problemas nos encontramos ¡pero no es imposible! Por esta razón os voy a dar una serie de consejos para que os resulte más fácil. ¿Te animas? 


Crear un buen vínculo. ¡Es la clave! Si no hay vínculo, nunca acudirá a la llamada. La gran mayoría de personas cometen el error de querer que nuestro amigo acuda a nosotros cuando no hemos trabajo el vínculo. ¿Acudirías a alguien en quién no confías? Debemos conseguir ser más que "el dispensador de comida" o "el transportista" a los ojos de nuestro perro. Para ello debemos pasar muchas horas con nuestro perro, pasear, jugar... incluso empezar con otras ordenes muy básicas y mucho más sencillas como el sentado, tumbado o junto puede aumentar la relación. Pero nunca te olvides que todo lo que hagas siempre, siempre, siempre debe ser positivo. 
Debes ser lo mejor para tu perro, no debe haber nada más divertido y mejor que estar contigo. ¡Ni cien kilos de salchichas deben ser mejor que una caricia tuya!

- Si sabes que no va a hacerte caso no lo llames. A pesar de que tú debes ser el mayor estímulo (no me cansaré de repetirlo) es posible que haya estímulos superiores. Si nuestra perra en celo se encuentra con un macho sin esterilizar el estimulo es muy alto, si le llamamos una y otra vez lo único que sucederá es que la orden deje de tener autoridad y después de tanto esfuerzo no sirva de nada. ¿Qué hacemos en estos casos? Simplemente ir nosotros a su búsqueda (si está demasiado lejos o huye debemos aumentar el estímulo, es decir, tentarle con una salchicha, un juguete...)  y por supuesto seguir mejorando el primer punto.

- Nunca le regañes cuando acuda, por mucho que tarde en venir. Siempre le premiamos la última acción realizada.Si después de dejarnos la garganta tarda en venir (por muy mal que nos sintamos) y le pegamos o chillamos el perro asociará: "cuando voy a mi amo me pega por lo que prefiero seguir jugando con otros perros y seguir correteando detrás de esa liebre". Pero si cuando viene le acaricias, le das una recompensa será muy tentador acudir a tu llamada.

- Sé muy expresivo. Utiliza señales muy claras, los perros son más visuales que orales. Algunos adiestradores usan el sibalto. Aunque respeto esa opción, personalmente me gusta usar otro tipos de sonidos como palmadas puesto que si se te olvida el silbato te quedas sin herramienta. Usa siempre el mismo tono de voz, normalmente se usa uno muy agudo y alegre.
Si al llamarle te agachas le será mucho más fácil acudir. Si no te puedes agachar, quédate de pie con las piernas algo abiertas (sin exagerar) e incluso algunos adiestradores extiendien los dos brazos.
Aunque te de vergüenza se exagerado con el tono de voz alegre y agudo, las recompensas y los gestos.   

- Ve progresivamente. No pretendas que de la noche a la mañana el perro acuda con todo tipo de distracciones. Primero debes empezar en un lugar tranquilo, sin ruidos, sin gente, sin perros... es decir, sin estímulos. Poco a poco puedes empezar con la correa larga (puedes encontrar correas de adiestramiento de 10m o más) ha crear estímulos cada vez más altos. Una vez superada esta prueba puedes ir cambio de lugares y de estímulo (cada vez de mayor frecuencia) hasta que podamos llegar a la prueba final: ir sin correa.

- Se constante. No corras. Es un trabajo que requiere mucha paciencia, muchas horas y mucho esfuerzo pero se verá recompensada a lo largo de la vida del animal.


¡Muchos ánimos y a practicar! Si tienes algún problema no dudes en ponerte en contacto con un buen profesional.