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miércoles, 1 de septiembre de 2010

Síndrome postvacacional canino

En el verano tenemos más tiempo libre y nuestro perro pasa más tiempo junto a nosotros pero cuando comienza de nuevo la rutina puede pasar un proceso emocional hasta adaptarse.

Síntomas del síndrome postvacacional:
-Busca la libertad intentando escaparse y arañando puertas.
-Busca constantemente tu compañía y se muestra más cariñoso de lo habitual.
-Intenta llamar más la atención de forma mas o menos insistente.
-Empieza ha hacer sus necesidades dentro de casa cuando era un perro limpio.
-Ves incrementada su excitabilidad y nerviosismo.
-Ladra constantemente, en especial cuando le dejas solo.
-Realiza destrozos que antes no cometía.

¿A qué perros afecta?
Puede afectar a perros de todas las edades y razas pero en especial a los perros que suelen ser más dependientes con sus amos.

¿Cuánto dura?
Entre dos días a una semana. Debo recordar de que no es una enfermedad si no un proceso emocional de transición (parecido a los que nos suele ocurrir a las personas cuando vuelven al trabajo) porloque dependerá del tiempo que el animal dure en acostumbrarse a la rutina. Si al cabo de dos semanas sigue presentando los comportamientos deberias consultar con tu veterinario y que decida si es mejor una modificación de conducta por un especialista, un medicamento antidepresivo o incluso las dos.

¿Cómo se cura?
Lo mejor es ir estableciendo la rutina nueva antes de empezarla de verdad: a tal hora me levanto, desayuno y paseo al perro, le doy de comer...
Para que se vaya acostumbrando a las horas que pasarás fuera y no sufra lo conocido como extrés por separación lo mejor que puedes hacer es un ejercicio que siempre recomiendo y da buenos resultados: haces el ritual que harías al salir de tu casa (coger la llave, el bolso...) pero recuerda que por muy excitado que se ponga lo deberás ignorar y cuando se tranquilice sales dejándole solo. Puede que empiece a gemir, ladrar... en ese caso no pases, solo cuando esté tranquilo. Si pasa 2 o 3 minutos y está en silencio pasa a donde este el perro. No le premies hasta que se tranquilice. Cada vez aumenta más el tiempo, seguramente te costará no mirarle ni hablarle ni tocarle hasta que no se tranquilice, al entrar en casa pero es lo correcto si no tu presencia o salida será sinónimo de excitación y no superará el estar sin ti.

¿Hay alguna forma de prevenir?
Sí. La solución es tan sencilla como que nunca varies la rutina. Si paseas a tu perro a tal hora en el horario laboral por muy temprano que sea en vacaciones debería ser la misma hora. Puedes cambiar como mucho si hace mucho calor, por ejemplo, si entre diario le paseas a las cuatro de la tarde y estas en pleno agosto quizas no tengas ganas ni tu ni tu perro incluso corréis riesgo de insolación. Hay que pensar en la salud.



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