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jueves, 11 de noviembre de 2010

Omega, el chimpacé fumador

Viendo el telediario no pude pasar por alto esta noticia: en sus primeros años de vida, Omega era usado en un restaurante local para entretener a los visitantes y ahí se le enseñó a fumar y a servir agua a los clientes. Cuando creció y se hizo demasiado fuerte, fue enviado a un zoológico, donde vivió por 10 años en una jaula de 40 metros cuadrados.

Omega, cuyo peso ronda los 60 kilos, nunca ha subido a un árbol ni ha visto otros chimpancés, pero con frecuencia fumaba los cigarrillos encendidos que los visitantes le lanzaban a su jaula. “El chimpancé sigue fumando regularmente… Si alguien le tira un cigarrillo, lo recogerá y comenzará a fumar de inmediato”, dijo Jason Meier, director ejecutivo del grupo defensor de los derechos de los animales Animals Lebanon.


Los organizadores de la reubicación de Omega dijeron que es la primera vez que se rescata un chimpancé en Líbano, un país donde prácticamente no existen leyes de protección a los animales.

No se trata de una broma si no de una triste realidad que a más de uno le puede parecer "cómica" pero se trata de un caso de crueldad animal. ¿A caso creían que el pulmón del chimpancé está creado para fumar? Fueron estúpidos al pensar que atraerían a la clientela, porque sí, claro que lo harían pero no se librarían de que una persona con un juicio moral llamara a alguna protectora de animales. Felicito a todos los que están intengrando a este chimpancé en su estado natural. Pero todavía me queda una duda ¿que castigo se le impondrá a los causantes del maltrato?

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